El olfato de Pippo y Mambo confirmaron las sospechas de los agentes.
Móstoles (Madrid).- Agentes de la Policía Local de Móstoles, localidad al sur de Madrid, interceptaron el pasado domingo en un vehículo 10,5 kilos de hachís. Fueron las sospechas de dos agentes las que llevaron a la Unidad Canina a intervenir y descubrir la droga.
Según fuentes de la Policía Local del municipio, sobre las tres y media de la tarde del domingo, 12 de julio, dos agentes de la Unidad de Policía Judicial e Investigación de Accidentes, observaron que un conductor circulaba sin cinturón de seguridad y con un perro en la parte trasera sin atar. Tras darle el alto, procedieron a identificarle y, ante los indicios de haber consumido drogas, procedieron a realizarle un test de detección de drogas, con un resultado positivo en THC.
El vehículo, además, desprendía olor a hachís; motivo por el cual se dio aviso a la Unidad Canina para que colaboraran en el registro del vehículo. La intervención de Pippo y Mambo fue decisiva para localizar una caja con varios fardos que sumaban un total de 10,5 kg de peso. El olfato de los agentes caninos identificó la sustancia como hachís.
