Los productos falsificados, principalmente ropa, cuestan a la economía europea 16.000 millones de euros al año y provocan que se pierdan 200.000 empleos en Europa, según informó la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO, por sus siglas en inglés).
España es el cuarto país europeo, por detrás de Alemania, Italia y Polonia, más afectado por las falsificaciones tanto en ventas como en puestos de trabajo y el tercer país en el sector de los cosméticos. Las pérdidas directas de ventas por imitaciones de moda, cosméticos y juguetes se sitúan en 1.500 millones de euros al año y 15.000 empleos perdidos. De hecho, solo en el sector de la confección se pierden 11.208 empleos y 1.000 millones de euros al año.
A este informe de la EUIPO se suma otro de la empresa de seguridad Sicpa que señalaba que el impacto porcentual de las falsificaciones en España se situaban en torno al 20% del PIB. Esto se traduce en unas pérdidas de ventas de 5.700 millones de euros al año y 44.700 puestos de trabajo.
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
En el acto de Sicpa han participado también la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ambas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han hecho hincapié en que las penas asociadas a estos delitos son poco efectivas y leves para los flujos económicos que manejan las organizaciones detrás de las falsificaciones.
El inspector jefe de la Brigada de la Policía Científica de Málaga, José Ángel San José, asegura que, cuando le piden información a las marcas sobre microcomponentes, se la envían “obsoleta” y defiende que la policía no llega a todo. Solo por esa provincia andaluza pasan el 30% de los informes sobre falsificaciones de todo el país.
El teniente de la Guardia Civil Miguel Lorite, que ha comandado operaciones a nivel nacional y europeo en esta materia, apunta a una nueva amenaza: La falsificación de componentes automovilísticos.
Desde la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema), la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) se aboga por la creación de una legislación dentro del marco común europeo como, por ejemplo, se ha acordado hacer con la piratería el pasado diciembre.