Operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional contra una organización criminal que se dedicaba a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral. En total han sido detenidas 12 personas en Torredembarra, Reus, Tarragona e Italia por los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación laboral, favorecimiento de la inmigración, detención ilegal y falsedad documental.
En el marco del operativo denominado “Napoleón-Aguazul”, se han realizado 10 entradas y registros y se han aprehendido dos armas detonadoras, más de 22.000 euros en metálico, numerosa documentación de interés y material informático.
La investigación comenzó en octubre del 2023 tras recibir información de la existencia de personas, de origen colombiano, que trabajaban en unas condiciones laborales pésimas, sin contrato ni documentación de estancia legal y con horarios abusivos. Incluso controlaban las viviendas donde eran alojadas hacinadas con cámaras de vigilancia.
Viaje desde Colombia
Eran captadas en Colombia a través de centros de estudios y miembros de la trama y viajaban a España con la promesa de un contrato de prácticas que, una vez aquí, no se ajustaban al que habían firmado. Después de darles documentación necesaria como visados, seguros médicos, tasas de abogados, trámites con consulado y administraciones de Colombia, las víctimas contraían con la organización una deuda que cada vez se hacía mayor. En esto se escudaban para descontarles directamente el dinero del salario.
Lo que en un principio era un contrato de prácticas de estudiante de hostelería, de cuatro horas diarias y dos días de descanso semanal, vacaciones por año de contrato y un sueldo inicial de 500 euros mensuales no se cumplió. Llegaban a trabajar como mínimo 12 horas diarias, incluso en ocasiones 15, de lunes a domingo y los descansos se les concedían en contadas ocasiones y sin vacaciones. Además, el salario que recibían tras las deducciones en algunos casos era de solo 20 euros.
Cursos sin realizar y sin bajas médicas
Algunas víctimas llegaban como turistas y, para enmascarar la explotación laboral, eran obligadas a inscribirse en cursos de formación bastante caros en convivencia criminal con dichas academias. Por otro lado, los miembros de la organización controlaban incluso las bajas médicas para evitar que las tuvieran. Si se encontraban indispuestas les facilitaban ellos mismos fármacos potentes para que continuaran trabajando.
Las víctimas ya han sido puestas en contacto con los servicios sociales para su protección.