Siete agentes del FBI se han unido a la Policía Nacional para ayudar a buscar a Ana María Knezevich Henao, desaparecida desde el 2 de febrero. Su marido, con el que estaba en pleno proceso de divorcio, está detenido en Miami como principal sospechoso desde principios de mayo.
Ana Knezevich, de origen colombiano y nacionalidad estadounidense, llegó a Madrid el pasado diciembre buscando alejarse de su todavía esposo, David Knezevich. Ambos estaban involucrados en una complicada y millonaria separación que le llegó a provocar una depresión y por la que su médico en Estados Unidos le recetó medicación. El patrimonio de la pareja es de 15 millones de euros e implica también una empresa tecnológica afincada en Florida.
De hecho, la principal línea de investigación tiene como móvil el económico. David Knezevich fue detenido al aterrizar en Miami desde su país de origen, Serbia, a principios de este mes. La Policía Nacional sostiene que llegó a España desde Belgrado en coche intentando no dejar rastro de su viaje. Más de un día de ida y otro de vuelta.
Una vez en nuestro país, robó placas de matrícula pero el dueño lo denunció. Hasta el inmueble en el que se estaba alojando Ana se desplazó un hombre que, con casco, roció con spray negro las cámaras de seguridad del portal el fin de semana de su desaparición. Sin embargo, en las imágenes se le pudo ver un tatuaje con el que se le identificó. Los investigadores han rastreado la marca del aerosol y han logrado localizar al minorista que lo vende.
Esa misma noche, ese hombre salió del edificio con una maleta en la que sospechan que estaba el cuerpo de la mujer. La idea es plausible por su pequeña altura y tamaño, era muy menuda y medía 1,45 metros. El 3 de septiembre, un día después de su desaparición, dos amigas recibieron sendos mensajes suyos que les hicieron sospechar de que algo no iba bien e interpusieron una denuncia.
Ahora, los investigadores analizan su móvil para ver en qué punto del recorrido hasta la frontera pudo dejar el cadáver de su mujer. Las autoridades nacionales y estadounidenses están peinando la zona en busca de la mujer de 40 años. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 9 de la capital mantiene la causa bajo secreto de sumario.
