En los 10 robos que perpetraron en La Rioja llegaron a sustraer joyas y dinero por valor de 65.000 euros.
La Rioja.- La Guardia Civil en La Rioja, en el marco del Plan contra el robo en viviendas, ha llevado a cabo la denominada Operación Airin que se ha saldado con el desmantelamiento de un grupo delictivo itinerante, altamente especializado en el robo en viviendas mediante las técnicas del bumping e impresioning.
A los seis integrantes del grupo les unen nexos familiares, todos poseen historial delictivo, son de origen argelino y español, con edades comprendidas entre los 27 y 40 años. Dos de estos individuos se encontraba en situación irregular en España, figurándole a uno de ellos una resolución de expulsión del territorio nacional por cinco años.
El grupo había establecido su base de operaciones en Bilbao (Vizcaya), desde donde se desplazaban a La Rioja para llevar a cabo su actividad delictiva de forma metódica, estructurada y bajo numerosas medidas de seguridad, lo que les permitió ejecutar en esta Comunidad Autónoma un total de 10 robos en viviendas de Cenicero, Fuenmayor, Haro, Nájera y Santo Domingo de la Calzada, llegando a sustraer joyas y dinero por valor de 65 000 euros.
Bumping e Impresioning
Para acceder a las viviendas el grupo se había especializado en diferentes técnicas y métodos basados en la manipulación del bombín de la cerradura, mediante la utilización de llaves huecas y llaves maestras para abrir las puertas. Con el primero, denominado bumping, lograban desbloquear los cilindros de la cerradura golpeando ligeramente una llave especial con un objeto contundente. El segundo, conocido como impresioning, consiste en crear un “molde” de la llave legítima a partir de unas pletinas metálicas moldeables que se introducen en el interior del bombín.
Tras acceder a los inmuebles por los métodos citados procedían a sustraer joyas y dinero en efectivo, dejando antes de huir del lugar todas las estancias tal y como se las habían encontrado al entrar, hecho por el que muchas de las víctimas no se llegaron a percatar de que habían sido víctimas de un robo hasta pasados unos días, o incluso semanas.