El pasado miércoles tuvo lugar en Sevilla la final de la Europa League en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en la que se enfrentó el Eintracht de Frankfurt y el Glasgow Rangers.
Una jornada complicada debido a la numerosa presencia de aficionados de ambos equipos, ya que se estima que vinieron entre ambos países unas 150 mil personas y solo unos 20 mil tendrían entradas. Por lo que se creó un dispositivo de seguridad a la altura.
Operativo
Ante estas cifras, la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Policía Local de Sevilla, el servicio privado de seguridad del estadio y la Unidad de Policía Adscrita a la Junta de Andalucía, realizaron un operativo de seguridad. Más de 5 500 agentes velaron por la seguridad de los espectadores.
El estilo de ambas aficiones en su forma de vivir este tipo de eventos hizo que se llevase a cabo este gran despliegue, que finalmente acabó con alguna reyerta entre aficionados que fueron disuadidos más tarde por los agentes.
Unidades
Unos 3 mil agentes de la Policía Nacional se desplegaron en este operativo tanto de las Unidades de Intervención (UIP), Unidades de Prevención y Reacción (UPR), la Brigada Provincial de Información, Unidad Provincial de Seguridad Privada, caballería, guías caninos, TEDAX y medios aéreos.
La guardia Civil, además, se instaló en el Aeropuerto de Sevilla para que todo fuese con normalidad. Analizando también redes sociales para anticiparse a cualquier complicación que alterase el evento.
Unidades como Grupo de Información, la Compañía del Puerto-Aeropuerto, Unidades de Seguridad Ciudadana, Grupo de Reserva y Seguridad, UCE Explosivos y drogas, Grupo de Desactivación de Explosivos, Subsector de Tráfico y Centro Operativo de Servicio, participaron en el operativo de seguridad.