Un hombre fue a comprar droga en el barrio del Arrabal de Zaragoza cuando, por error, se equivocó de vehículo. Se metió en un coche de la Policía Local que no estaba logotipado y cuyos agentes iban de paisano.
Al darse cuenta de que se había equivocado, salió de forma sospechosa. Ante su conducta extraña, los agentes decidieron observarlo desde la distancia para ver si cometía algún ilícito.
El hombre, que desconocía que su error le iba a costar caro y ajeno a la vigilancia, siguió buscando su objetivo. Finalmente, se subió a otro coche. Éste arrancó y se desplazó unos metros hasta el cruce de otra calle. Allí se bajó y se fue a encontrar con otro individuo que estaba en una esquina.
Los agentes pudieron ver como este último le vendía una pequeña cantidad de droga. La Policía Local acabó deteniéndolo por un delito contra la salud pública.