Desde el domingo 31 de marzo, Bulgaria y Rumanía, miembros de la Unión Europea desde 2007, se han incorporado al Espacio Schengen de forma parcial. Se han eliminado los controles por mar y aire para los otros países que participan en el acuerdo, pero no por tierra por el veto de Austria, país que teme un incremento importante de solicitantes de asilo que puedan llegar por carretera.
El último país en incorporarse a este proyecto, creado en 1985, fue Croacia el año pasado. De hecho, los tres eran los únicos países de la UE que no estaban en el Espacio Schengen pese a que desde hace una década la Comisión Europea reclamaba que cumplían todos los criterios previstos para la adhesión.
Con la inclusión de Rumania, de 19 millones de habitantes, y Bulgaria, de 6,5 millones, la zona Schengen pasa a tener 29 miembros: 25 de los 27 Estados de la Unión Europea, además de Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. El siguiente en la lista para formar parte es Malta, que quiere hacerlo parcialmente.
¿Qué es el Espacio Schengen?
Los Estados firmantes suprimen los controles en todas las fronteras interiores estableciendo en su lugar un único control exterior con respecto a terceros países no integrados en el espacio. Además, dentro de él se garantiza la libre circulación de personas.
No obstante, el Código de Fronteras Schengen permite a los Estados miembros restablecer los controles en fronteras interiores en circunstancias excepcionales que supongan un riesgo para la seguridad. Asimismo, la policía de un Estado puede perseguir en el territorio de los países vecinos a los autores de delitos graves, o realizar vigilancias transfronterizas.
Como medida compensatoria por la ausencia de controles en las fronteras interiores, el Acuerdo Schengen crea un Sistema de Información (SIS) que es alimentado por los Estados para cooperar en materia policial, judicial y migratoria, que almacena información sobre personas y objetos.