El Parlamento Europeo ha aprobado el histórico pacto migratorio y de asilo. El proyecto llevaba sobre la mesa diez años, los cuatro últimos se han dedicado íntegramente en la negociación del mismo debido a los conflictos generados en el seno de la Unión. Finalmente, los reglamentos han salido adelante con poco margen, 300 votos a favor y 270 en contra.
Los diez proyectos legislativos, acordados entre las instituciones europeas, que componen el pacto actualizan las normas de asilo y migración del bloque comunitario, en concreto pretenden mejorar la cooperación entre los estados europeos y la respuesta común a las crisis de este calibre como la que provocó la Guerra de Siria.
El pacto ha sido muy criticado por las ONGs defensoras de los derechos humanos. Supone endurecer la entrada de personas que tratan de llegar a la Unión Europea de manera irregular y fija un mecanismo de solidaridad flexible. Esto supone que los países tendrán que pagar 20.000 euros por cada traslado rechazado o dar el dinero en forma de medios o fondos por valor equivalente.
Para España, este acuerdo tiene especial relevancia al igual que el resto de territorios mediterráneos que son los que reciben un mayor flujo de migrantes. De hecho, fue bajo la presidencia española del Consejo de la Unión Europea cuando se alcanzó el pacto. La intención era aprobarlo antes de las elecciones del mes de junio.
El siguiente paso será la aprobación final por mayoría cualificada en el Consejo, previsiblemente el 29 de abril. Una vez que los gobiernos avalen la reforma entrará en vigor en el plazo de dos años, en 2026.