La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal de carteristas que vendían documentaciones robadas. Éstos eran utilizados para cometer estafas masivas, falsedades documentales y blanqueo de capitales, llegando a causar un perjuicio total cercano a los tres millones de euros. Un total de 50 individuos han sido detenidos, seis están en prisión.
La investigación se inició en agosto de 2022 cuando los agentes de la Brigada Móvil tuvieron constancia de numerosos hurtos que se estaban cometiendo en el suburbano de la capital. Las víctimas no sólo denunciaban el robo sino que acudían con posterioridad a denunciar nuevos hechos delictivos en distintos puntos de España.
Tras dos años de investigación, los agentes determinaron que la red tenía dos cabecillas. Uno de ellos se encargaba de dirigir la organización en Madrid mientras que el otro se encontraba fuera de la comunidad. Inmediatamente por debajo, había un segundo escalón formado por los suministradores, que tenía la misión de adquirir documentación sustraída, y los coordinadores.
En un primer momento, se adueñaban de los objetos de valor y utilizaban las tarjetas para hacer pagos con la tecnología contactless hasta que fueran anuladas. Posteriormente, la documentación era entregada, previo pago, al bloque de coordinadores. Estos captaban a personas toxicómanas y los caracterizaban para parecerse a las víctimas de las documentaciones sustraídas. Posteriormente, les acompañaban a entidades financieras para hacer disposiciones de efectivo o solicitar créditos. Por estos servicios se les pagaba con dinero en efectivo o con sustancias estupefacientes.
Adquirían mayor liquidez
El valor de las tarjetas bancarias variaba según el lugar donde habían sido sustraídas. Suponían que podían disponer de mayor liquidez en zonas acomodadas de Madrid. Además, eran mejor pagadas las documentaciones femeninas ya que era más fácil buscar usurpadoras y caracterizarlas.
Durante la investigación, descubrieron que había dos mujeres que blanqueaban el dinero obtenido y vendían los productos comprados por los componentes del grupo a través de redes. Además, había otra rama de la red cuya misión era conseguir y suministrar la sustancia estupefaciente que luego era utilizada para abonar los servicios a los usurpadores.
Se recuperaron numerosos efectos, dinero en efectivo e identificaciones utilizadas en los hechos delictivos. En un parque se localizaron varios zulos con gran parte de la documentación.