Durante la visita de Estado de los SS.MM. Reyes de España a Países Bajos, los homólogos neerlandeses confirmaron que su hija, la Princesa heredera Amalia de Orange, había estado residiendo en Madrid tras recibir amenazas de muerte de la Mocro Maffia. Ahora, según ha informado la Cadena SER, su líder se ha fugado de nuestro país por una descoordinación judicial.
Después de cinco años de búsqueda, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional detuvo el 24 de enero en Marbella a uno de los delincuentes más buscados y peligrosos de Países Bajos, Karim Bouyakhrichan. Se había asentado en España gracias a sus conexiones con organizaciones dedicadas al narcotráfico en nuestro territorio.
Al día siguiente, 25 de enero, el juzgado de instrucción número 4 de Marbella decretó su ingreso en prisión provisional. Sin embargo, el 18 de marzo la Audiencia Provincial de Málaga dejó en libertad a este líder de la Mocro Maffia, con medidas cautelares, entre ellas, la retirada de su pasaporte, la obligación de personarse en el juzgado cada 15 días y el pago de una fianza de 50.000 euros.
Polémica puesta en libertad
Esta decisión se tomó con el apoyo por parte de la Fiscalía Antidroga, pero ante el desconcierto de las personas implicadas en la investigación y de las fuerzas de seguridad neerlandesas. Sus suspicacias estaban más que justificadas. Bouyakhrichan cuenta con una largo historial delictivo y con socios en los principales cárteles latinoamericanos. Además, se le ha llegado a bloquear más de 170 propiedades, valoradas en 50 millones de euros, y cerca de tres millones en cuentas bancarias.
Cuando Países Bajos tuvo conocimiento de este arresto, pidió su extradición a la Audiencia Nacional y esta institución responsable de casos internacionales cursó esa orden de extradición, pero no se activó. Esto se debió a que la Audiencia Provincial de Málaga se negó al considerar que tenía causas pendientes en España, en concreto un delito de blanqueo de capitales. Ante esto, los neerlandeses ampliaron la orden argumentando extrema urgencia y el tribunal español le citó a declarar para comunicarle su envío al país europeo.
Dados los recursos de los que disponía y su más que manifestado deseo de no volver a Países Bajos, Karim Bouyakhrichan se fugó de España y se ha dictado sobre él una orden de búsqueda y detención.