Esconder la droga en la comida está de moda. Primero llegaron los plátanos y las coliflores. Ahora llega el turno de otra fruta de temporada, el melón. La Policía Nacional ha intervenido, en una operación desarrollada en Portugal y España, más de 1.000 kilos de cocaína ocultos en el interior de envases de zumos y melones sin pulpa.
El contenido ha sido detectado en el puerto de Vigo oculto en un contenedor procedente de Brasil, con 490 kilos de esta droga, y otro en Sines, en la región portuguesa de Alentejo, con otros 535 kilos entre envases de zumo. Tres personas han sido detenidas en territorio luso. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Hace unos meses, las autoridades del país vecino tuvieron conocimiento de la existencia de una organización que introducía grandes cantidades de estupefacientes desde Sudamérica y eso permitió interceptar el cargamento de Sines. Además, se activaron las sospechas de que la red podría estar haciendo lo mismo en puertos españoles.
Tras la alerta de la Policía Judiciaria de Portugal, la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria iniciaron las investigaciones y se detectó que podría encontrarse en marcha otro envío con destino a un puerto gallego, Vigo. Después de inspeccionarlo, se encontraron 21 palets de melones sin pulpa que habían sido previamente vaciados para almacenar bolsas esféricas de goma que contenían un total de 490 kilos de cocaína.
