Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal dedicada a realizar estafas a través de Internet en todo el territorio nacional. En total se han detectado más de 300 denuncias relacionadas con el entramado. Su líder ha sido arrestado en Rumanía.
La operación “KALINKA-TIRANO” se inició en agosto de 2021 cuando se personaron en dependencias de la Guardia Civil cinco personas denunciando haber sido estafados previo secuestro de sus cuentas de Whatsapp. Sobre las mismas fechas, se personaron otras ocho en una comisaría de Policía Nacional denunciando hechos con idéntico modus operandi.
Ante el incremento de este tipo de denuncias y sus similitudes, se hizo necesaria la coordinación de ambos cuerpos policiales para desarrollar una investigación conjunta. Lograron identificar al líder del entramado, un hombre de nacionalidad española natural de Murcia.
Durante la investigación, se han llegado a contabilizar más de 300 denuncias en todo el territorio nacional por diferentes tipologías de estafas como la suplantación mediante secuestro de cuentas de WhatsApp y solicitud de dinero a contactos, estafa de alquileres vacacionales, contratación de micro préstamos fraudulentos a nombre de terceros, apertura de cuentas bancarias usurpando la identidad de terceros, phishing, smishing e “hijo en apuros”.
Gracias a las pesquisas, cinco miembros fueron identificados en las provincias de Murcia, Málaga, Alicante y Tenerife. Sobre el cabecilla pesaban 33 requisitorias judiciales de varios tipos y de diferentes juzgados de toda España. El hombre había huido a Rumanía hace varios años y desde allí realizaba la actividad delictiva.
Una estación de minado de criptomonedas en el domicilio
Más adelante, los agentes comprobaron que esta persona había adquirido una impresora industrial para la impresión de documentos de identidad en soporte físico que empleaba para la apertura telemática de cuentas bancarias con identidades usurpadas o falsas. El dinero obtenido con las estafas y blanqueado de esta forma lo empleaba en la compra de criptomonedas. En total, se han descubierto 55 usurpadas y cientos de cuentas vinculadas con 10 millones de euros.
La operación culminó con un registro en el domicilio del cabecilla en Bucarest en colaboración con la policía del país del este. Allí se intervino una estación de minado de criptomonedas, dos ordenadores portátiles, discos duros de una CPU de sobremesa, varias tarjetas bancarias fraudulentas y cientos de soportes de tarjeta para su impresión.