El Tribunal Supremo autorizó al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) el espionaje con el software Pegasus el móvil del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. La petición del CNI al Supremo se argumentaba en la sospecha de que era quien coordinaba en la “clandestinidad” las acciones de los Comités de Defensa de la República (CDR) en Cataluña.
El magistrado del Supremo encargado del control del CNI avaló por primera vez el espionaje a Aragonès el 24 de julio de 2018, cuando era vicepresidente de la Generalitat y su partido ya se había desmarcado de la vía unilateral. Tres meses después, el 21 de octubre, en plenas protestas contra la sentencia del procés, autorizó una prórroga en el espionaje. La última fue el 14 de enero de 2020.
En la querella que presentó el vicepresidente de la Generalitat contra la exdirectora del CNI y el grupo israelí NSO, se detallaban inicialmente tres ataques a su móvil los días 4, 5 y 13 de enero de 2020. Estas fechas coinciden con la investidura de Sánchez. Sin embargo, un informe pericial posterior amplió el período a entre julio de 2018 y marzo de 2020.
Este espionaje implica la vulneración de derechos fundamentales. Además, el Gobierno ha enviado los autos desclasificados del Alto Tribunal con varios fragmentos eliminados. Esta información se ha conocido pocas horas antes de que este mismo viernes comparezca ante el juez la exdirectora del CNI, Paz Esteban. Hasta ahora es el único cargo gubernamental imputado por el caso Pegasus. Esteban fue cesada de su cargo en 2021.
Cómo funciona Pegasus
Un teléfono móvil recibe un mensaje y no hace falta ni que se abra para que Pegasus tenga acceso al contenido: Correos, conversaciones y fotos. El programa, creado por el grupo israelí NSO, se activa y se borra del teléfono por lo que resulta muy difícil de detectar.